Juan
Reyes Osuna
(
EL CANARIO)
Partida
la herida,
labios
rojo a borbotones
humedecen
el entorno,
el
cuchillo se ha marchado,
vuelve,
siembra su hoja en el costado,
la
muerte asoma en la mirada,
mudo
el aliento de la boca,
vuela
perdida la mirada.
Ha
vuelto la hoja
al
calor del corazón
que
de latir deja.
Cuando
se aflojan las piernas
inerte
el cuerpo sobre la acera,
la
uñas se clavan a dentelladas
en
el surco de una losa
que
ni se inmuta,
mientras
se tiñe
de
rojo color aún cálido.
A.
Garrido Sama.
Tiene fuerza. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias María José eres un encanto.
ResponderEliminarMUY BIEN ANTONIO.
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