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EFÍMERO
Visto, al pie del camino
echó raíces, con el
hacer de los día,
nostálgico principio
de promesas incumplidas,
al final lo andado
se me antoja sin medidas.
El árbol que me dio
sombra
lo cortó el leñador del
tiempo,
sus frutos quedaron
suspendidos,
no opuso resistencia,
le quebró la vida su
dolor.
Inapelable castigador,
amargo yunque despectivo,
dar forma ¿Para qué?
De lo que escribo
porque así lo quiere el
destino
pierdo un renglón.
Me quedo con la certeza
de que todo es efímero.
Con la salvedad
de la mentira y el
cinismo,
como el miembro rectal
de la lagartija,
desaparece
se burla, de nuevo crece.
A. Garrido Sama
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